Sueños perdidos, viejos amores, cuentos de alegrias y tragedias, vivencias de un extraño e ironico pasado o de un trágico porvenir. xD
martes, 26 de diciembre de 2017
Mi vida en Libros y Mangas
Estos son algunos de los libros que marcaron mi vida y no me canso de sumergirme en cada uno, ¿Sabes de cuales estoy hablando? ¿cuales has leído tu?
martes, 5 de diciembre de 2017
Noches Mágicas del Verano Cap. 3
Capítulo 3 El Mirador
Las noches calurosas del verano en Cancún, siempre son
aprovechadas para ir a la playa con los amigos, y ese año 2007 no iba ser la
excepción.
Era un sábado de septiembre cuando nos reunimos en casa
de una chica morenita un poco mayor que nosotros, le llamaban Quimera, era otra
integrante en nuestro grupito de amigos darketos, góticos, vampiros, qué sé yo.
Ya éramos siete compañeros de aventuras; luego entonces
se había formado una banda de música entre Gaby, Daniel, Sol, Eduardo y ahora
Quimera. Ellos ensayaban casi todas las tardes en la casa de mi amigo Dani, yo
en ocasiones los acompañaba y los escuchaba, no lo hacían tan mal.
Estaba atardeciendo cuando nos reunimos en casa de
Quimera, ésta era grande y aún estaba en construcción. En esta ocasión mis
amigos iban a tomarse una sesión de fotos para la portada de sus sencillos, se
habían maquillado y vestido de acuerdo al estilo que reflejaría su música, algo
así como victoriano o gregoriano.
Así se fue muriendo la tarde entre fotos y risas, excelentes
disfraces y actuaciones.. Estábamos todos bien alivianados, solo faltaba
nuestra amiga Gaby, no había podido acompañarnos esa tarde porque tenía mucha tarea,
pero la veríamos luego, al caer la noche.
Una vez que anocheció, nos dirigimos hacia la plaza del
pueblo, ahí nos encontraríamos con Gaby y le platicaríamos de todo lo que se
había perdido.
Cuando llegamos al lugar, nos encontramos con otros
grupitos, algo mezquinos, como los skatos o darketos y punketos o emos, eran como
una combinación de ambos. Sin embargo he de aclarar que vivíamos en un pueblo
pequeño, así que todos nos conocíamos, ya que habíamos estudiado en la misma
secundaria y primaria, hasta conocíamos a las familias.
La plaza del pueblo era donde se reunían todos, no
había en ese entonces mejor lugar para reunirse con los amigos y pasar el rato.
No obstante cada quien tenía su grupito, mi hermano de hecho estaba con los que
eran entre emos y darks.
Pasaban ya de las siete de la noche cuando avistamos a
Gaby, andaba linda como siempre, algo desesperada aquella vez, decían que
andaba urgida por novio, algo le sabían, había rumores. Nos juntamos todos y nos
pusimos a charlar de lo acontecido y lo que planeaba mi amigo Daniel para
seguir con el proyecto de la banda.
Después de ello, se empezaba a extender un rumor de que
los darketos y skatos querían ir a la playa, más precisamente al Mirador, un
lugar muy conocido en la zona hotelera de Cancún y ya habían alquilado una Van
o transporte público. Luego entonces por medio de otros amigos, también nos
estaban invitando a nosotros, a los que tuvieran para pagar el pasaje (unos
quince pesos en ese entonces), e ir y quedarse a una lunada en la playa. No
había vuelta atrás hasta el día siguiente.
No lo pensamos dos veces y corrimos a nuestras casas a
pedir permiso. Mis padres eran muy alivianados, así que conseguí el permiso
para mí y bueno mi hermano no dijo nada, solo se escapó con sus compinches. El
que no tuvo tanta suerte fue mi amigo Daniel, sin embargo se escapó también con
nosotros. Los demás también consiguieron el permiso, todos diciendo o más bien
mintiendo a sus padres que seriamos responsables y que cuidaríamos de nuestro
amigo u hermano.
Incluso las chicas consiguieron el permiso, mi amigo Daniel
y yo nos encargaríamos de cuidarlas, sobre todo a Andrea y a Sol que eran las más
pequeñas, eran las lolis del grupo. Nos las llevamos cargando en la espalda
como hombres fornidos y valientes que éramos.
Nos volvimos a reunir en la plaza del pueblo y esperamos
la Van o Combi alquilada, no tardó mucho en llegar y nos metimos como pudimos.
Pasaban ya de las doce de la noche cuando nos desplazamos
hacia la playa por la carretera más corta, éramos alrededor de quince
adolescentes en aquel vehículo pequeño, íbamos apretados pero emocionados.
Lo bueno que el viaje fue corto, antes de que las
piernas se me empezaran a acalambrar, bajé junto con mis amigos y nos reunimos
en aquel lugar paradisiaco cada quien con su grupito. Ahí estábamos en el
Mirador, algunas bancas estaban dispuestas para aquellos que quisieran sentarse
a disfrutar de la vista y algunas chozas estaban más adelante para los
servicios públicos, sanitarios y regaderas.
El viento nos llegaba del noreste y nos abrazaba con
entusiasmo; a unos cien metros de la carretera se encontraba la playa, las
pequeñas dunas blancas se extendían en
la penumbra, hasta encontrarse con las olas del mar. Luego el sonido de estas retumbaba
en los oídos, nos dejamos maravillar por aquel paisaje nocturno engalanado por
los enormes hoteles que se erguían a lo lejos con sus diminutas luces.
Probablemente fuimos los últimos en dejar la parte del
mirador que se encontraba a un lado de la carretera para luego dirigirnos a la
playa. Cuando por fin logramos reunirnos cerca de la orilla del mar, en medio
de la penumbra y alumbrándonos con nuestros celulares nos dimos cuenta que
Andrea y Quimera se habían escapado con los punketos.
Según palabras de Eduardo y Daniel se habían alejado
con mi hermano y su amigo inseparable, alias el Pitt. Éste era como su perro
fiel.
La más preocupada fue mi querida Gaby, ya que Andrea
era su hermanita; traté de alivianarla diciéndole que mi hermano no le haría
nada y estaría bien con ella (Ajá), no tenía por qué preocuparse. Además
Quimera, que era mayor que nosotros, también estaba con ellos y tampoco dejaría
que le pasara algo.
Una vez que hablaron con Quimera por el celular, todos
se tranquilizaron. Después caminamos por la playa, en la oscuridad de la noche,
el viento seguía galopando con entusiasmo y las nubes desfilaban rápido sobre
el cielo, empezaban a ocultar las estrellas, amenazaban con lluvia.
Avanzamos solos, nosotros cinco entre la penumbra, buscando donde acampar y
pasar la noche, a lo lejos se veían a los otros grupitos de chicos que habían
decidido ir hacia el otro lado, pronto se perdieron en la oscuridad. Seguimos
explorando en todo aquello, encontramos una choza pero había muchos vidrios,
así que seguimos andando. De pronto mi amigo Daniel me contó la historia de
amor de Eduardo, al parecer le gustaba nuestra amiga Sol, claro que no me
sorprendió. Pero entonces se nos ocurrió el modo de juntarlos para que se declarara;
que romántico ¿no?, en medio de aquel paraje, tal vez hasta yo también me animara
con Gaby, aunque aún no estaba de acuerdo con lo que sentía.
Seguimos andando entre aquellas pequeñas dunas blancas
hasta que llegamos a una pequeña palapa que estaba a lado de un importante
hotel, ahí decidimos recostarnos y tener una charla mientras comíamos las
botanas que habíamos llevado para la ocasión, escuchamos música de nuestros
celulares, cantaron los que sabían cantar y seguimos disfrutando de la brisa
del mar, nos arropamos cuando empezaron a caer ligeras gotas de agua.
Daniel y yo nos recostamos en el trasero de Sol que era
el más blandito y tratamos de descansar un poco, (debo decir que es muy
terapéutico). Me imagino que fue ahí cuando empezó mi amigo a planear como
juntar a Sol con Eduardo. A pesar de que
nos había gustado alguna vez y queríamos mucho a nuestra lolita, teníamos que
dejarla crecer y convertir a Eduardo en un hombre hecho y derecho.
Pues bien una vez que el guardia del hotel, nos corrió
de donde estábamos, comenzó el plan. Me indicó que acompañara a Gaby y a
Eduardo por delante en lo que hablaba con Sol, así lo hice. Luego a cierta
distancia regresó él solo. Entonces se llevó a Eduardo hacia donde estaba
nuestra amiga Sol, mientras le susurraba algunas palabras a la oreja.
Yo en tanto me quedaba con Gaby que algo intuía, y
quería saber lo que cada vez era más obvio, me lo pedía con desesperación.
A lo lejos observé a mi amigo Daniel dejando solos a
Eduardo y a Sol cerca de la orilla del mar, de pronto se besaron aquellos
tortolitos y se abrazaron con pasión, se dejaron llevar por el momento, se
tendieron sobre la playa y siguieron sus instintos sin más.
Debo decir que estando con Gaby aquello me pareció algo
incómodo, tal vez a ella también. En fin esperamos a mi amigo Daniel que
llegaba triunfante y luego nos alejamos hacia una choza que había cerca y charlamos
de lo ocurrido. En tanto yo observaba a
Gaby, parecía más urgida por conseguir novio o tal vez solo era mi imaginación.
Se acercaba la cuarta hora de la mañana, cuando empezó
la lluvia, pronto todas las parejas que andaban en la playa se empezaron a
juntar con su grupito. Nosotros también decidimos juntarnos e ir a buscar a
Andrea y a los demás. Para esto caminamos hacia las chozas donde estaban los sanitarios y las regaderas.
Al llegar nos dimos cuenta de algo que nos dejó
intrigados, los punketos se tambaleaban y parecían borrachos. Gaby palideció
mientras observaba aquello, si los punke-sucios habían comprado su pack de
cervezas. Vi entonces a mi hermano y a su amigo
borrachos hasta el cuello, todo su grupito lo estaba, por dios hasta
Andrea y Quimera también.
Al parecer Eduardo y Sol no eran la única pareja que se
había formado, también Quimera y Andrea habían encontrado el amor o al menos eso fue posible gracias a la magia del
alcohol.
Yo no supe que decir, Gaby estaba enfadada con Quimera,
y quería regresar a casa con su hermanita lo más pronto posible.
Todos lo pensamos y estuvimos de acuerdo con ella,
luego entonces nos pusimos en marcha hacia la parada de autobús más cercana,
incluso con la lluvia cayendo a cantaros. Total a eso habíamos venido a la
playa, a mojarnos. Solo Quimera y Pitt decidieron quedarse con los demás
punketos.
Gaby discutió con su hermanita, luego harta, la dejó
con mi hermano. Le pedí a mi amigo Daniel que los cuidara y luego la seguí. La
vi caminar bajo la lluvia, enojada y empapada, extrañamente me inundo el
corazón, corrí entonces a resguardarla con una toalla que llevaba en la mochila.
La abrace mientras la protegía de la lluvia con aquella
delgada toalla, así estuvimos hasta que llegamos al paradero que estaba techado.
Ahí esperamos que llegara el autobús que nos llevaría al centro. Éste llego a
las cinco de la mañana.
Subimos todos y yo me senté a su lado, platicamos de
los por menores de la vida y estuvo más tranquila; reía de vez en cuando de
algunas de mis tristes anécdotas de la infancia.
En el centro de la ciudad, tomamos otro autobús que nos
llevaría hasta el pueblo, entonces la deje descansar, había sido una noche muy
larga. Y entonces la observé mientras dormía, era ya la segunda ocasión y sentí
un ardor intenso en el corazón.
sábado, 9 de septiembre de 2017
Mis desvaríos
Una noche de profunda reflexión y buscando en el baúl de mis recuerdos, me encontré con varias fuentes o escenas de mi infancia, que han inspirado o dado motivo a mis desvaríes. Era yo muy joven, tal vez unos 10 o 11 años tendría cuando me invadió la locura del amor y todo eso que a uno conlleva. Demasiado apasionado, o curioso por la vida que me rodeaba, camine por lugares mágicos, oscuros y raros. Sin más preámbulos los dejo con varios de aquellos desvaríos que nunca olvidare.
"Bien dicen
que los momentos de la infancia marcan tu vida para siempre"
"A veces quiero darme gustos que no puedo encontrar en ningún lado, solo en mi imaginación."
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Confesiones de una mente perturbada
Cuando habrá
nacido esta lujuria que siento casi
todos los días. En ocasiones siento que me mata. Si empiezo a recordar… me
imagino que fue hace mucho tiempo atrás. Tal vez fue cuando tuve uso de razón o
cuando me volví muy inteligente en la
escuela, y eso es muy probable que haya
sucedido cuando atravesaba mis joviales nueve o diez años.
Me había vuelto
un niño precoz desde que mis padres me habían puesto a leer y a escribir
duramente. Entonces solía leer mucho, cualquier cosa que me resultara
interesante, (sobre todo me fascinaba lo sobrenatural) y también escribía pequeños relatos, algunos los
contaba a mis amigos y otros me los guardaba.
Poco a poco el mundo se me fue abriendo en mi pequeña mente, me paso
como a Matilda yo creo.
Por aquel
entonces, mi interés por las niñas de mi edad era algo inocente y normal. Siempre había jugado y me había divertido con
mis primas y amigas sin sentir nada pecaminoso. De todos mis amigos era el más
inocente y puro, nunca había sentido el amor o esas ilusiones apasionadas, ni siquiera
estaba cerca de pensar en tener sexo. Realmente era feliz en mi inocencia
acompañado de aquellas simpáticas chiquillas.
Sin embargo no sé
cómo empezó a cambiar aquel sentimiento inocente, empecé pronto a ver a mis compañeritas,
amigas y primas de otra forma, algo despertó con fuerza en mí. Habrá sido culpa
de la televisión o el cine (o tal vez esta maldita ciudad) ¿quién sabe?, pero
sucedió entonces que mis primeros sueños húmedos fueron inspirados por
adolescentes famosas. Supuse que fue lo normal; no creo haber sido el único en
ilusionarse con Lindsay Lohan o las gemelas Olsen.
Sin embargo mi
verdadero cáncer mental, la causa de mi masoquismo psíquico empezaría a formarse
poco tiempo después, gracias a la magia del internet.
Solo recuerdo que
tal vez tendría unos once años cuando mi gran amigo de la infancia me mostró
unas imágenes perturbadoras donde aparecían niñas desnudas; desde entonces hasta el día de hoy me volví
adicto a contemplarlas. No sé si nuestra inteligencia, curiosidad o las
hormonas nos hacían amar aquella concupiscencia pero era un terrible secreto
que debíamos guardar. No lo culpo por mostrarme aquello y tampoco lamento que
haya estado ahí para contarme sus fantasías más descabelladas, por él
experimenté mis primeros placeres y disfruté de varias charlas sobrenaturales
en las noches.
Así como
Alejandro tenía a Hefestion así yo tuve a un gran amigo con quien compartir
secretos y aventuras. Juntos fuimos dos niños exploradores descubriendo el
ancho mundo, crecimos juntos, aprendimos de todo y padecimos del mismo mal
(aunque él tal vez no se quejaba como yo).
Y entonces me ha
surgido la pregunta ¿me hizo él amar aquello, o ya era así? Lo que trato de
entender ahora es que si el amigo de la infancia que tuve, me contagio esta
enfermedad o tal vez... yo ya tenía estos pensamientos impuros y simplemente nos
hicimos más unidos por tener los mismos gustos.
A veces deseaba
volver a hacer un niño inocente, me sentía culpable y creo que lo único que
frenaba mi ansiedad era dibujar. Pero aun así era inevitable pensar en aquello.
A mis doce años me
encontraba estudiando en la secundaria y mientras a todos mis amigos les
gustaba ver mujeres desnudas yo me sentía a gusto observando a las preadolescentes. Así pues tuve que cambiar de gustos para ocultar aquella desviación que tenía por
las niñas.
Me animé pensando
en que pasado los años olvidaría aquel cáncer mental y me enamoraría de una
linda chica de mi edad y viviría dignamente mis días de estudiante de
secundaria. Pero esto nunca paso xD (era demasiada fantasía).
A mis 13 años,
prefería jugar con mis vecinas de 8 y 9 años, me gustaba ser su hermano mayor y
vaya que eso me hacía feliz. Sin embargo jugaba con fuego, mi conciencia me lo
decía, cada vez que palpitaba el deseo concupiscente y aunque no quería tenía
que decirles adiós.
Así quiso el
cielo que fuera durante aquellos días de mi adolescencia; no quería crecer, quería
que el tiempo me dejara ahí jugando con aquellas tiernas y dulces jovencitas
que me rodeaban. Pero luego entonces vendría un ser divino, un dios que pondría
a temblar mi cuerpo, me haría sobreponerme a él.
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Si apareció ella,
la gentil dama de mis relatos sobrenaturales.
Fin
viernes, 28 de julio de 2017
Noches de Insomnio en tu honor
Y trece años después…
tu fantasma me sigue visitando como aquellos días del otoño del 2004.
Me siento atrapado en esa época donde me desvivía por verte, me estoy ilusionando de nuevo.
—Me la estoy olvidando a ratos amigo mío, ya no
sé si es un recuerdo, o el recuerdo de un recuerdo.
Mi secreto
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lunes, 24 de julio de 2017
Sin sentido
“Solo por un beso”
Aún sin
poder reprimir
Esos bellos recuerdos de ti
Veía
esos ojos acaramelados
Como
el tierno niño que soy
Entonces
me di cuenta
De
aquello que me volvía infeliz
Un
sentimiento profundo
Habría
de aparecer
Pensando
en ti
No
pude contener la tristeza
Por
que algo en mi interior
Añoraba
tu presencia
Ahora
sin sentido estoy
Por
ese momento cálido
Donde
te besé sin miramientos
Hoy
no puedo recordar otra cosa
Mas
que ese desdichado beso tuyo
Que despertó aquellos sentimientos
que aguardaban en lo mas profundo del corazón
Sin sentido estoy por ese amargo beso tuyo
25
de agosto de 2007
Charlie Glez.
jueves, 6 de julio de 2017
El recuerdo de un otoño lluvioso
*Para tu corazón* 29 de septiembre
Quiero que entiendas
que me duele no poder estar
a tu lado y que
siempre pienso en ti
En esas noches frías,
siento tu calor cerca de mi
cuerpo,
pienso en que estarás haciendo
y me olvido de mi alrededor,
por tan solo un instante
Al verte caminar sola,
mi alma se entristece,
y quisiera poderte acompañar
hasta el fin del mundo
Tal vez algún día
te vea más seguido y
sienta lo hermoso que es
tener a alguien a mi lado
Cuando llegue ese día
el amor me habrá
conquistado y tu
seras mi reina
Quiero que estés
siempre a mi lado
cariñosa y comprensiva
mirándome a los ojos
Te necesito mujer
Mi pecho duele al verte triste
y mi corazón pide a gritos
un dulce beso tuyo
Te necesito porque te amo
Te amo porque te necesito
*Me gustas niña* 25 de octubre
Sabes, nunca he tenido
la oportunidad de estar
a solas contigo y de
poder observar más
de cerca tus lindos ojos
Porque si así fuera
haría que te sintieras
como la chica más hermosa
y afortunada del mundo
Te contaría todo sobre
mí y como tú me
enganchaste con tu mirada
Te diría lo guapa que eres
y como es que me
alegra tu inocencia de niña
Porque estoy enamorado
de una niña que me quita el
sueño
Una niña a la
que quiero tanto y
siempre la llevo
muy dentro del corazón
Esos ojos que Aquél te dio
se ven tan hermosos en tu
rostro
y se asemejan mucho
a la dulce miel
No me gusta que estés triste,
porque al ver salir lagrimas
de tus lindos ojos
se me parte el corazón
Eres mi ángel que me alienta
en este mundo de tristeza
donde lo único que me sobra
es vida para ti corazón.
*Esa vez...* 28 de octubre
Recuerdo esa vez
en la escuela que
yo sentado frente a ti
te vi por primera vez
No sé de donde
llegaste para robar
mi corazón que no había
sentido algo así antes
A veces me pregunto
si Aquél te envío a ti
inocente a flechar
mi corazón tan solo
Esa vez creía que
solo era un amor pasajero
pero ahora se que sin ti
no puedo vivir en este mundo
En las noches tu imagen
en mi mente se presenta
un sentimiento triste
un amor incontrolable
Pienso que nunca estuve ahí
que nunca quise estar así
enamorado y ahora perdido sin
ti
en una vida tan infeliz
Aún hoy recuerdo esa vez
llorando como quiso Él,
en que no tuve tu piel
y tampoco perdí tu calor
*Cúrame de este mal* 18 de noviembre
Dime que esta enfermedad
tu sí la puedes curar,
Solo tú puedes saber
de qué sufro en mi soledad
Casi todos los días llevo
éste cáncer en mi mente,
no puedo dejar de pensar en
ello,
aunque me esfuerce
Estando con mis amigas
siento que me mata,
estando con mis amigos
me siento confundido
Pero se que al estar contigo
puedo encontrar esa calma,
y olvidar esos malos
pensamientos
que perturban mi cerebro.
Él sabe que es
lo que llevo en mi mente
pero créeme que si tu me curas
no he de olvidarte
Sé que el amor cura todo,
hasta la más grave enfermedad
Por eso te necesito
tu que me has de cuidar
He de amarte mucho más
si comprendes lo que te expreso
y me alivias de este mal,
que solo tú puedes conocer y
curar
*Fui un cobarde* 12 de diciembre
Hoy pienso que
fui un cobarde, porque
nunca exprese mis sentimientos
hacia a ti
Nunca me esforcé por estar
a tu lado y siempre
que te veía corría a
esconderme en mi seriedad
Siempre te he querido
más que a cualquier otra chica
y no puedo creer que
no te lo haya podido demostrar
Con otras chicas estoy
tranquilo y sereno,
pero cuando te veo siento
mariposas en el estómago.
Siento latir tan fuerte
el corazón que parece
me va a estallar si
recibo un cálido beso tuyo
Fui un cobarde
nunca pude decir
lo que siento por ti
y ahora no te tengo
Si se presentara alguna
oportunidad no la
desaprovecharía para nada
y entregaría esta carta
La respuesta me haría
sentirme libre de esta
culpa tan profunda
que tengo en el corazón.
que tengo en el corazón.
*Enamorado* 24 de diciembre
Desde el primer día en que te
vi
sentí algo por ti,
el corazón latía muy fuerte,
toda mi sangre circulaba con
rapidez
Mis ojos brillaban como
estrellas,
las pupilas se dilataban
queriéndote observar a cada
paso
y todo con fugaz dilección
Al ver tus ojos tan bellos
y observar esa sonrisa dibujada
en tu rostro
me siento tan bien que
cualquiera que se atreviera
no me haría exasperar
Cuando estoy cerca de ti
mi respiración se torna agitada
y solo al percibir tu aroma
se electriza mi cuerpo y alma
Día tras día pienso en ti
me preocupo por ti
y quiero verte tan cerca de mi
aunque solo sea un instante
Estoy enamorado de tu ser,
una atracción especial siento
por ti
y tu sola cercanía, despierta
en mi interior
un sentimiento de deseo y
exaltación
Se que eres mi más grande
distracción
a la vez que mi más grande amor
por eso te quiero
porque vives en mi corazón.
porque vives en mi corazón.
enamorado de ti. Me urge hablar
contigo a solas. Mañana te
saludare
como ahora. Déjame tu respuesta
en
la mano, diciéndome cuando y
dónde
podemos vernos, o si prefieres
que ya
no te moleste.
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huyendo de este huracan llamado amor,
Otoño 2004,
sarahi,
Solo me queda tu triste recuerdo
lunes, 3 de julio de 2017
Carta de amor 2006
En este día. . .
En este día yo quisiera pedirte que
Seas mi novia porque yo no se que hacer
sin ti.
Tú eres para mí la luna y las estrellas
Que me alumbran en esas noches oscuras.
En este día yo quisiera entregarte mi
corazón
Y decirle adiós a la soledad
Que tanto tiempo me ha rodeado.
Quisiera poder ver siempre esos ojos tan
hermosos
Con los cuales me miras,
Quisiera que jamás apagaras esa sonrisa
Que me anima en esos días tristes.
Este día sería el más feliz de mi vida
si me dijeras
Que piensas lo mismo que yo
Y que aceptarías robar mi corazón.
No se que dirás pero espero que no seas
cruel con mis sentimientos.
Carlos
Glez.
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