Capítulo 2 El Aquelarre
Siempre había querido hacer una lunada en algún viejo
cementerio, incluso había escrito algún extraño relato del día de muertos para
que mis camaradas se animaran a ir de noche, quien diría que podría contar algo
mejor que ese viejo cuento.
Un viernes de agosto del año 2007 después de haber
pasado mi cumpleaños y haber adquirido, "valiosos obsequios", quedamos mis nuevos
amigos y yo en realizar una reunión en el panteón del pueblo en la oscuridad de
la noche.
Gaby estudiaba en la misma prepa que yo, y en ocasiones
la veía, nos saludábamos y en ocasiones le invitaba algo pero también tenía a
mis compañeros del aula y como era el chico nuevo, no me dejaban solo, que
puedo decir tampoco me podía quejar. xD
Había sido un día genial en la escuela, el día
transcurrió sin mayores problemas y con ansias esperaba el final de la
jornada.
Nos reunimos como de costumbre en la Plaza del pueblo
al anochecer, ahora una chica más se había añadido a nuestro grupito, su nombre era Sol,
una gran amiga de Andrea y de mi vecino Dani. Sol era una chiquilla chaparrita
y simpática, de vez en cuando fofa y de apariencia hippie, o sea bien
alivianada.
En fin la noche avanzaba con premura y caminamos hacia
el cementerio del pueblo que quedaba en la parte de atrás del poblado, donde
apenas y se veía algo de luz, la oscuridad lo envolvía todo. Resulta extraño
pero a lado del cementerio se encontraba la telesecundaria del pueblo y a un
lado varios campos deportivos, sin embargo en aquellos días no era muy usual
que alguien se quedara tan tarde jugando por aquel solitario paraje, la luz era escasa.
Recuerdo que habíamos comprado algunas chucherías para
botanear, ya que planeábamos acampar en el lugar a la luz de las estrellas.
Una vez en el cementerio, nos internamos y buscamos
donde pasar la noche ya más relajados porque ahora conocíamos mejor el lugar. Quedamos todos en subir en el techo
de una de las casas de los difuntos, porque como había mencionado
anteriormente, los riquillos por no decir "narcos" del lugar enterraban a sus
muertos en verdaderas casas de dos metros de altura; luego entonces subimos por un
arbolito que estaba a lado de una de ellas.
Con nuestros celulares iluminamos un poco el lugar para ver donde nos
sentábamos y colocar las botanas, no estaba tan sucio, luego entonces nos
acomodamos mientras miraba al cielo estrellado y me preguntaba sino estaríamos
haciendo algo indebido.
Pasaban ya de las once de la noche y nosotros empezamos
a charlar de varias bandas de música y de que deberíamos formar una banda de
rock, total ya teníamos a una gran cantante, Gaby y Dani tocaba bien la
guitarra además de otros instrumentos. Seguimos botaneando y luego empezaron
con el juego de la botellita, clásico, típico, verdad o reto.
A Sol que era la nueva le tocó primero girar la
botella, al principio todos iban escogiendo decir la verdad, pero ya cuando se
aburrieron de tantas confesiones empezaron los verdaderos retos, al principio
inocentes, después asquerosos, y luego extraños besos. En una de esas que me toca darle un beso a
Gaby, sin embargo para mi suerte, antes de que terminara de cumplir el reto, una patrulla paso por el lugar,
realizando su rondín nocturno seguramente. Nos pusimos nerviosos, sin embargo
mantuvimos la calma y nos escondimos entre la oscuridad del lugar, la patrulla
pasó de largo y seguimos con los retos, como si nada hubiera pasado. Ahora se
pusieron más candentes, le tocó a Eduardo darle un beso a Sol muy candente que
como no queriendo se lo dio, desde ahí empezamos a sospechar que a mi amigo Edu
le empezó a gustar nuestra amiga Sol. Después le tocó a Gaby y por voluntad de los dioses o del destino, ahora ella tenía que darme un beso a mí.
A veces me cuesta creer que ella fuera más valiente, y
que rápido accediera a darme un beso, solo recuerdo que acepté mi destino, cerré
los ojos, esperé y luego mis labios
tocaron los suyos, según tenía que durar algunos segundos, yo solo sé que paso
mucho tiempo antes de que separara sus labios y después el encanto terminó. No
sé si fue por las papitas, pero ese besó me supo salado, casi amargo, para ser
sincero no supe si me gustó besar a mi amiga. No era gay, de eso estaba seguro,
pero de repente me sentí extrañado,
empecé a ver a mi amiga de otra manera, esa noche algo cambio, traté de ignorarlo,
pero era como si me hubiera envenenado de amor.
Como sea, una vez que se cansaron todos de los retos,
nos acostamos a ver las estrellas, después la brisa empezó a galopar con harto
frío y decidimos que lo mejor era dormir en la casa de Gaby.
Salimos entonces del cementerio hacia su casa que era
la más cercana, y algunas tenues luces iluminaron nuestras caras, cruzamos por
algunas escuelas y a tan solo unas cuadras, nos detuvimos frente al edificio
donde vivía. Nos indicó que subiéramos
en la parte de arriba y que no hiciéramos ruido para no despertar a sus padres.
Luego nos mostró un cuarto desocupado, entramos con sigilo, luego ella sacó una colchoneta y una cobija para
dormir todos juntos, apenas cabíamos los seis en aquello.
Traté de descansar algo pero no podía seguía pensando
en el beso de Gaby, me hacía sentir extasiado. Luego me levanté de ahí como pude ya que alguien me tenía
abrazado, al parecer Andrea, traté de hacer el menor movimiento posible para no
despertarla, sin embargo creo que dormía profundamente y pude incluso acariciarle su infantil rostro angelical sin que se despertara. Pequeña diablilla exclame. En fin, una vez levantado me dirigí hacia el
baño, luego vi el reloj del celular, y ya eran las cinco de la mañana pero aun
no podía distinguir nada en esa oscura habitación.
Regresé con mis cuates y luego vi que Gaby estaba
durmiendo entre nosotros, estaba en medio de todos, se veía tan diferente sin sus lentes, aunque les estaría mintiendo ya que no podía
ver bien su cara, sin embargo me acerqué más a ella y toque suavemente su
rostro, me quedé un rato mirándola,
hechizado y luego me aparté y fui a hacia la ventana, empecé a desear que
saliera rápido el sol para huir de ahí, empezaba a desesperarme no quería estar
en ese estado de confusión.
Empezaba a amanecer y ya eran las siete de la mañana o más tarde cuando
recordé que tenía que ir a un evento deportivo temprano en la escuela, así que
me pareció una buena excusa para salirme temprano de ahí, llegar a mi casa,
cambiarme y luego llegar a tiempo a la Preparatoria. Afortunadamente la puerta
estaba abierta y también el portón. Como sea salí corriendo hasta llegar a mi
casa, estaba eufórico, me cambié rápido y me dirigí hacia la escuela, no iba
cansado aunque si deseaba hacer algo para olvidarme de lo sucedido en la noche,
luego al llegar a la escuela, sucedió lo inesperado, cancelaron el evento deportivo. Entonces para mi suerte nada había ya que me hiciera
olvidar aquella caricia, esos labios ponzoñosos que invadían mi cerebro nuevamente. Incluso las porristas carismáticas que me acompañaron a mi regreso a
casa no me parecieron tan lindas como ver a mi linda amiga durmiendo, nada podía hacer ya...,
estaba enamorado de mi amiga Gaby y la deseaba de todas las formas posibles.
Continuará en el próximo capitulo...
Continuará en el próximo capitulo...