domingo, 23 de octubre de 2016

Juegas niña de mi corazón


A Monferrato

Oye chiquilla, que tiene tu mirada, que me provoca esta ansia loca de verte;
larga es la espera, y sin embargo el tenerte de nuevo me reconforta y calma mi angustia.


Llega la tarde y lo único que pienso en el camino es verte a ti;
mirar tus ojos y ver el brillo casi mágico que me hace quedar loco por ti.


Contigo las horas se evaporan con avidez, los minutos parecen conspirar contra mi;
Entonces quisiera detenerlos y aprovechar los últimos segundos antes de mi triste partida.


Juegas conmigo inocente niña, me barajeas tu cariño lento, muy despacio;
luego siento que haces trampa, pues yo quiero tu amor rápido y galopante.


Empieza nuestra charla, exquisita como la brisa de las mañanas de un día templado;
nos miramos a los ojos, se saborean y entonces empieza nuestro juego.


Nada nos detiene, me llevas, me dejo llevar; te llevo, te dejas llevar.
El juego sigue niña con mis caprichos y luego viene tu venganza dulce como la miel.


La noche cae con premura,  y después de la gloriosa contienda en tu casa,
extasiado de tus juegos amorosos, me voy despidiendo con tus últimos besos ponzoñosos.


Cuando amor mio volveré a verte, cuando volverán a juntarse nuestras almas; largos son los días, tormentas lluviosas; suspira el alma triste, afligida, al final de cada jornada.


Ayyy como te amo, corazón. Como me paso las noches pensando en ti. Como me torturan esos sueños lucidos que me hablan de ti.


Ya lo que me digan me da igual, tu eres la dueña la vencedora.