jueves, 7 de julio de 2016

Madrugada calurosa en Panama


Uno de esos días del verano en que realice un viaje de trabajo a la encantadora ciudad de Panamá fui tentado a cometer uno de los peores pecados en el departamento de mi brother, aún recuerdo esa noche inolvidable, cuando cansado de la jornada excesiva que había tenido me quedé en su habitación a dormir la siesta. Había estado recibiendo entrenamiento muy intenso ese día en el trabajo y había iniciado el día desde muy temprano, cuando por fin pude salir, llegué al departamento de mi brother, y caí rendido.


Luego entre sueños y pestañeos, escuché ruidos extraños en la sala de aquel departamento. Pasaban ya de las nueve de la noche y me asomé a ver qué era lo que ocurría, todavía algo adormilado, sin embargo aquellos gemidos me provocaban curiosidad y algo de excitación. Con sigilo y calma entre abrí la puerta de la habitación donde estaba y observé hacia la sala, una tenue luz iluminaba dos cuerpos sudorosos en la oscuridad. Cuál fue mi sorpresa al ver que se trataba de un encuentro sexual entre mi brother y una chiquilla panameña, de piel morena, complexión delgada y de una belleza exquisita. Jamás había practicado el voyerismo, sin embargo aquella escena y esa chica colonensa tenían algo que me tentaba a seguir viendo.


Debo admitir que también mi brother la ponía en buena posición, con sus brazos recios sostenía fuertemente su enternecedora figura, ella se entregaba al suave movimiento que la abordaba, no había límites en aquello, se fusionaban en un estado de placer subyugante. Luego entonces recostó el cuerpo de la chiquilla sobre la alfombra de aquella estancia, y deslizando sus manos sobre aquel insinuante valle, hasta acariciar sus senos, fue apoderándose del espacio entre sus piernas, moviéndose con vehemencia y avidez. Los pétalos de aquella exuberante flor se entre abrían para ahondar más en aquel éxtasis de placer.


Seguí viendo un poco más y luego volví a la cama pero ya no pude dormir, aquella excitación me mantenía despierto, una que otra escena me había dejado caliente, así pasaron varios minutos cuando de pronto escuché que la puerta del cuarto se abría, era ella, me hice el dormido y busqué conciliar el sueño.


Entonces ocurrió lo que menos pensaba, se acercó a mí y con la palma de su mano recorrió mi hombro, mi pecho…, yo entre tanto medio abrí los ojos y vi su rostro embellecido por unos ojos grandes y coquetos, unas mejillas hilarantes, entonces traté de calcular su edad, tal vez tendría unos veinte años. Luego haciendo un gesto de sorpresa lo más real posible, hice como que desperté de un largo letargo.


Ella se quedó mirando con un gesto de curiosidad como si mirara a un muñeco que cobraba vida. Su cara jovial y unos labios carnosos me conmovieron. Luego entonces con un tono burlón y un acento encantador me habló de mi brother que se estaba bañando y me insto la idea de que también debería tomar uno aprovechando que había agua aún. Le mencioné que le agradecía sus atenciones y me pareció que le sorprendió mi acento y léxico algo diferente al suyo.


Me levante de la cama y me dirigí hacia el baño, mientras ella se quedaba en el cuarto de mi brother. Volteé a verla disimuladamente, traía un short veraniego y una blusa holgada que más que cubrir su encantadora figura, lo acentuaba más, provocándome una excitación tan terrible.


Como sea vi que el baño estaba desocupado y pensé que tal vez mi brother ya había terminado y se había quedado dormido en el sofá de la sala, sin embargo cuando entré al baño, vi que la tina no había sido usada, como sea no le tome mucha importancia y rápidamente llene la tina y luego me metí, dejé que el agua fluyera sobre mí para que aliviará la tensión que sufría mi cuerpo.


Me quedé absorto entre miles de pensamientos, así pasaron unos cuantos minutos cuando escuché que se abría la puerta, ¡diablos! Me dije a mi mismo, olvidé ponerle seguro a la puerta. Entonces entró ella, demasiado tardé le dije que estaba ocupado, sin embargo ella sonrió y sin pensarlo dos veces se acercó a mí y me besó. Luego acarició mi virilidad, que no tardó en ponerse rígida y luego, impulsado por su delicada mano, acaricie su abultado seno, mientras aún disfrutaba de sus labios carnosos y húmedos. Me susurro al oído que mi brother y yo teníamos tanto estrés que disfrutaba más del sexo. Poco a poco ella fue metiéndose en la tina conmigo, mojó su short y empezó a restregar su pubis contra mi pierna. De su blusa holgada y ahora empapada colgaron sus turgentes senos endurecidos. La visión y sensación me enloquecían, como decía esa canción…, piel morena lo que uno necesita.


Luego más que excitación aquello me empezó a provocar terror porque nos descubriera mi brother. Jamás me había metido con la novia de alguno de mis amigos, mucho menos de mi brother; ganas nunca faltaron, ni tampoco oportunidades, pero era por respeto que mantenía mis instintos controlados. Sin embargo esta vez me habían tomado por sorpresa y aquella morenita sabía muy bien donde provocar a la bestia sexual que habitaba en mí. No sé cómo ni por qué, pero como suelen decir muchos, “lo prohibido sabe más rico” me fui dando a la idea de permitirme solo por una vez esta concupiscente fechoría. Siempre hay una primera vez para todo y esta vez estaba dispuesto a caer.


Mis labios recorrieron lentamente su cuello exquisito, su clavícula, sus hombros; mientras ella se deslizaba fogosamente sobre mi pelvis. Luego entonces comencé a atormentar con avidez su pecho, escuché su gemir y el ritmo de su respiración si acaso me habré olvidado de la sensación del agua que fluía apacible sobre nuestros cuerpos.


Me sentía extasiado, que belleza de mujer y luego entre aquellos mechones suaves y oscuros, observé su rostro deformado por la pasión y el ardor desatado. Después se volvió de espaldas junto a mí y agarrándola por su cintura apreté su trasero contra mi pelvis. Luego entonces la sensación que le causaba debió ser eufórica, sentía su humedad y el estado de descontrol de su cuerpo, sin embargo pronto supo llevar el ritmo de mi huracán.


No pude imaginar llegar antes al clímax, en un torrente de pasión desenfrenado, sientes el momento culminante, en el vaivén de esas sensuales caderas, me entrego al movimiento, me estremezco y luego floto en el cielo infinito.


Esa madrugada fue eterna e inolvidable, Yuliana, eres mi más bello recuerdo de Panamá.