viernes, 5 de febrero de 2016

Mi segundo amor


*Para mi querida Eli*


La chica de una mirada ausente que hechiza, que me eriza la piel. Apareciste cuando el corazón estaba en la oscuridad, aun lo está pero te tengo a ti, eres mi esperanza, eres la cura que tanto necesito, que controla mi ansiedad, que desata la pasión.
Con tus cabellos desaliñados y de color negro, se parecen a serpientes que con su ponzoña envenenan mi mente, enervan mis sentidos.
Tu piel es blanca como la arena de cancun, casi son visibles tus venas azules. Despacito quiero devorar esa piel de seda que viste cada musculo, cada curva de tu escultural cuerpo. Suavecito desde tu yugular hasta el lugar mas prohibido.
En tus ojos aceitunados, veo reflejado el casto pecado, una sola mirada basta para quedar a tus pies, siendo tu esclavo, hazme heridas con esas uñas que se convierten en poderosas garras. Entrelaza mi pecho con tus brazos firmes, hazme caricias con tus labios de ciruela. Deja que en las noches tu hálito encienda la pasión.
Tu rostro es el de una niña buena, pero yo sé la verdad, tus cejas oscuras no mienten cuando te enojas y a pesar de todo te quiero, aun con esas ojeras marrones me fascinas. 
Esas mejillas con los hoyuelos que se forman cuando sonríes tienen algo de sobrenatural sin mencionar los delgados rizos blancos que a veces resbalan de tu cabello hacia los hombros.
Tu vientre es firme y blanco como el mármol, te hago cosquillas y entonces veo un ombligo coqueto que me incita a palparlo con mis dedos.
Y cuando bajo por tus caderas y más allá del monte de venus hacia un rumbo fuertemente custodiado por tus manos, sobresale una cicatriz provocada por alguna mala intervención quirúrgica o que se yo.
Ah! Tus piernas, tan bien formadas, fuertes y pálidas, las amo tanto al igual que tu trasero redondo y firme; tus pantorrillas son como las de una gimnasta, cualquiera diría que eres una, con las cicatrices que llevas en tus rodillas y las venas que sobresalen de tus pies. Me gustan tanto esos pies, con esas uñas rosadas, nunca las pintas.
A todo lo que he dicho, puedo decir que eres la princesa de mis cuentos sombríos, te amo por ser como eres, aun cuando usas boxers para dormir, a pesar de que tienes una vagina medio rara, eres mi razón para seguir.
Me gusta recostarme en tu pecho abultado y escuchar tu corazón palpitar, y disfruto contemplando tu nariz romana, eres mi musa, muñeca triste. Dulce de Leche.
Siempre lo diré una y otra vez, de rojo te ves bien, combina con tus ojos y tu piel, de rojo sangre. Pero siempre me gustará también tu extraño estilo al combinar tu ropa de varios colores. Soy tuyo cuando quieras…



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